Philly entra en el vacío de los teléfonos móviles

Una persona que habla (y especialmente envía mensajes de texto) por su teléfono móvil está tan incapacitada como una que conduce en estado de embriaguez. Ambos impedimentos son igualmente peligrosos para los demás en la carretera y pueden, y a menudo lo hacen, dar lugar a lesiones catastróficas. Hemos manejado muchos casos en los que los registros de teléfonos celulares citados demuestran que los conductores culpables estaban usando sus teléfonos durante el accidente. En uno de estos casos, incluso hemos demostrado que un clérigo local estaba usando su teléfono celular en el momento en que chocó contra el coche de nuestro cliente. El impacto fue tan grave que hizo que nuestro cliente sufriera lesiones potencialmente mortales que requirieron cirugía de urgencia. Este fue un excelente ejemplo de lo que sucede cuando quitamos los ojos de la carretera, aunque sea por segundos, para usar nuestro teléfono celular. Recientemente, ha habido una oleada de operadores de transporte público que han causado múltiples víctimas mientras enviaban mensajes de texto y conducían.

El valiente Ayuntamiento de Philadelphia cogió el toro por los cuernos recientemente cuando los legisladores de Pensilvania rechazaron una prohibición estatal del uso del teléfono móvil en la mano mientras se conduce. Esa prohibición estatal había sido propuesta por un joven legislador con visión de futuro llamado Josh Shapiro, demócrata del condado de Montgomery. Shapiro estaba dispuesto a adoptar una postura contra la industria de la telefonía móvil a la que pocos estaban dispuestos a sumarse. Una vez que la prohibición estatal fue derrotada, el Philly tomó cartas en el asunto y el alcalde Michael Nutter firmó una prohibición en toda la ciudad del uso de teléfonos móviles de mano al volante. Para un examen exhaustivo de la nueva ley propuesta, véase mi artículo recientemente citado en Findlaw.

Desgraciadamente, parece que el Philly no puede llevar a donde el Estado se niega a seguir. Es crucial que nuestro estado mantenga la coherencia en sus leyes de conducción mientras la gente circula por la Commonwealth. Y los legisladores de la Commonwealth lo han dejado inminentemente claro, cuando recientemente promulgaron una ley en respuesta a la prohibición de la Ciudad, que esencialmente priva a Philadelphia de más de 90 millones de dólares anuales en ayudas estatales en caso de que Philadelphia siga adelante con la prohibición propuesta. Esto puede hacer que la prohibición de Philly sea más una ocurrencia tardía que una ley aplicable. Aunque creo que el alcalde Nutter y la buena gente del Ayuntamiento tienen la idea correcta, por el momento puede que simplemente tengamos que seguir confiando en la protección que nos brindan los abogados litigantes, que seguirán citando los registros de los teléfonos móviles tras los accidentes y castigando económicamente a los infractores.