Un caso de discriminación en una piscina deja mucho que pensar

Se suponía que iba a ser un verano de natación y diversión para un grupo de 56 niños afroamericanos e hispanos de una guardería del noreste Philadelphia que iban a acudir regularmente a un club de natación privado de los suburbios del condado de Montgomery para combatir el calor.

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En cambio, su primera visita se puso fea el 29 de junio, cuando algunos de los niños informaron a sus acompañantes de que habían oído insultos racistas y comentarios desagradables por parte de otras personas que estaban en el club de natación ese día. Todavía se está investigando lo sucedido con vistas a posibles demandas por parte de algunas de las familias, pero recientemente la Comisión de Relaciones Humanas de Pensilvania dictaminó que los campistas fueron efectivamente víctimas de discriminación racial en el Valley Club de Huntingdon Valley, según un artículo publicado en El Philadelphia Inquirer. Una familia presentó una queja a la agencia en nombre de su hijo tras el incidente. El club de natación devolvió los $1.950 que la guardería pagó por lo que iba a ser un contrato de verano de una vez a la semana y comunicó a los responsables de la guardería que los niños no podían volver por motivos de seguridad, ya que había demasiados niños utilizando la piscina a la vez. Según el informe de la Comisión de Relaciones Humanas, el club de natación también dijo que el grupo de la guardería no podía volver porque su presencia estaba causando "problemas económicos a los socios que solicitaban la devolución de sus cuotas" debido a la asistencia de los niños.

En su dictamen de 33 páginas, la Comisión de Relaciones Humanas consideró que "existe causa probable" para demostrar que el club de natación negó a los niños el uso de sus instalaciones por discriminación racial. El informe señalaba que el club de natación no tenía socios afroamericanos ni este año ni el anterior. Además, según el informe, el club de natación "hizo un esfuerzo concertado para ampliar el ámbito geográfico de sus miembros mediante una campaña de marketing" este año, pero esos esfuerzos "se dirigieron principalmente a zonas con poblaciones abrumadoramente caucásicas". Según el informe, el club no "dirigió tales esfuerzos de marketing a zonas con poblaciones afroamericanas significativas". En pocas palabras, este club llevó a cabo una práctica concertada de discriminación racial. Como resultado, han perjudicado a muchos, incluidos 56 niños inocentes. Y eso no es cosa de risa. Ahora es el momento de corregir sus errores.

La agencia condenó al club de natación a pagar una multa civil de $50.000 por discriminación a la Commonwealth de Pensilvania, así como otros daños y perjuicios a la familia que presentó la denuncia. Es probable que el caso sea recurrido, e incluso podría ampliarse a los demás niños afectados.

Pero más allá de eso, el mensaje de este caso es meridianamente claro: la discriminación racial es contraria a la ley y, si crees que te están discriminando, es hora de que te asesore un abogado para proteger tus derechos.

Nadie debe ser discriminado por el color de su piel.

Es la decencia humana y es la ley.