Una operación de colon fallida causa la muerte de una mujer y una sentencia de $19,5 millones por negligencia médica

Durante una colonoscopia rutinaria en 2008, se halló un pólipo no canceroso en el interior del colon de una mujer del condado de Bucks (Pensilvania).

Pero en lugar de extirpar el pólipo mediante una colonoscopia mínimamente invasiva o mediante un procedimiento endoscópico, su médico le practicó una resección de colon, extirpando 60 cm de su colon y volviendo a unir quirúrgicamente el resto, según un reciente reportaje en The Legal Intelligencer.

Sin embargo, el problema surgió cuando la resección quirúrgica, más invasiva, falló y filtró la materia fecal al torrente sanguíneo y al organismo, lo que provocó una infección séptica que mantuvo a la mujer ingresada en el Hospital de la Universidad de Pensilvania durante 305 días, según el artículo.

Once días después del fracaso de su primera operación, Mariann Pomroy tuvo que someterse a una segunda intervención quirúrgica y se le colocó una bolsa de colostomía. Pero sus problemas médicos aún estaban lejos de resolverse.

"Cuando Pomroy fue finalmente dada de alta, estaba confinada en una cama de hospital, dependía del oxígeno y necesitaba diálisis renal", informó The Legal Intelligencer. Trescientos sesenta y cuatro días después, el 12 de agosto de 2010, Pomroy murió, víctima de una tragedia por negligencia médica.

No se suponía que fuera así.

Se suponía que la intervención era una extirpación rutinaria de un crecimiento anormal de tejido no canceroso.

En cambio, Pomroy, que se había sometido a cuatro operaciones abdominales previas, sufrió graves complicaciones que contribuyeron a su muerte final. Tenía 57 años cuando murió.

Las dos partes discreparon ante el tribunal sobre cómo se llegó a una decisión respecto al procedimiento al que finalmente se sometería.

Su cirujano, el Dr. Ernest F. Rosato, "dijo que recomendó una colonoscopia a Pomroy pero que ella optó por la cirugía por miedo a tener perforaciones", según la historia. "Sin embargo, el marido de Pomroy [George], que acudió a la cita con ella, dijo que el consejo era que Pomroy se sometiera a una resección de colon, y planteó si había una forma más fácil de extirpar el pólipo".

Tras su muerte, la familia de Pomroy demandó al médico y al hospital, alegando que se habían cometido graves errores médicos al atenderla.

El 26 de febrero, un jurado de Philadelphia concedió a su familia $19,5 millones por daños y perjuicios mediante un veredicto de 11-1, informó The Legal Intelligencer. El veredicto incluía $10,5 millones en concepto de indemnización por muerte por negligencia y $9 millones en concepto de indemnización por supervivencia.

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