Diagnóstico erróneo mortal en la UCI
24 de abril de 2024
Por Dean I Weitzman, Esq.
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Según expertos en seguridad del paciente de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, el número de pacientes prevenibles muertes atribuibles a diagnósticos erróneos mientras está en cuidados intensivos equivale al número de pacientes que pierden la batalla contra el cáncer de mama cada año. ¿La gran diferencia? A una se le diagnosticó realmente y se le dio la oportunidad de luchar por su vida.
Las autopsias realizadas a pacientes que habían fallecido mientras se encontraban en una unidad de cuidados intensivos (UCI) revelaron que aproximadamente uno de cada cuatro tenía al menos una enfermedad sin diagnosticar en el momento de su muerte. Algo menos del 10 por ciento de los pacientes fallecidos con una dolencia sin diagnosticar tenían algo lo suficientemente grave como para haber contribuido o causado la muerte del paciente.
Un infarto de miocardio o un ictus no diagnosticados representaron casi tres de cada cuatro diagnósticos omitidos que, si los profesionales sanitarios hubieran diagnosticado correctamente el problema médico, podrían haber salvado la vida del paciente. Además de los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares mortales, los episodios médicos que se pasaron por alto con más frecuencia fueron los siguientes:
- Embolia pulmonar (coágulo de sangre en los pulmones)
- Neumonía
- Aspergillus (una infección fúngica)
Los investigadores concluyeron que los pacientes de la UCI tienen dos veces más probabilidades de sufrir un diagnóstico fatal erróneo que cualquier otro paciente hospitalario.
¿Cómo se produce un diagnóstico erróneo en la UCI?
Puede que no tenga mucho sentido que en una UCI haya más probabilidades de que se produzca un diagnóstico erróneo mortal, dado que los pacientes de este tipo de unidades están sometidos a cuidados constantes; las constantes vitales están controladas constantemente tanto por el personal de enfermería como por los equipos del hospital. Pero los médicos de cuidados intensivos reciben cada día cerca de 7.000 datos médicos sobre cada paciente y, con demasiada frecuencia, los indicadores clave pueden pasar desapercibidos entre tanta información.
Según los investigadores, se necesitan nuevas herramientas para filtrar la importante información médica que los médicos y el personal sanitario reciben a diario.
Los errores de diagnóstico no mortales tienen consecuencias
Un diagnóstico erróneo que no provoque la muerte puede tener graves consecuencias para el paciente:
- Una estancia hospitalaria prolongada
- Pueden solicitarse pruebas médicas adicionales innecesarias
- Es posible que se administren medicamentos que no atacan el verdadero problema médico.
- Pueden realizarse intervenciones quirúrgicas innecesarias
- Se puede sacrificar un tiempo valioso cuando un un diagnóstico incorrecto retrasa el tratamiento.
- Un tratamiento inadecuado puede reducir la calidad de vida del paciente.
Si ha perdido a un ser querido porque un profesional sanitario no hizo un diagnóstico preciso, un abogado de negligencia médica puede explicarle su derecho legal a una indemnización por gastos adicionales, pérdidas de calidad de vida y homicidio culposo, en función de las particularidades de su situación.