Uso de las redes sociales en casos de accidentes de tráfico en Pensilvania
25 de abril de 2024
Por Dean I Weitzman, Esq.
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Las redes sociales se han convertido en una parte fundamental de nuestras vidas. Es mucho más que una forma de conectar con amigos o posibles empleos. Los "tweets" de Twitter aparecen ahora en los noticiarios y los "me gusta" de Facebook salpican toda la Web. No es de extrañar, por tanto, que Facebook, Twitter y otras redes sociales aparezcan también en los tribunales.
Tomemos, por ejemplo, el caso de un joven adulto que admitió haber conducido ebrio en un post de Facebook diciendo: "Drivin drunk.... Clásico 😉 pero al vehículo de quien sea que golpeé, lo siento :P" (publicado en el Daily Astorian). Ese hombre se enfrenta ahora a una pena de cárcel después de que uno de sus amigos de Facebook enviara su post a un agente de policía. También es posible que el propietario del vehículo pueda utilizar ese post para cobrar una indemnización por los daños.
Aunque las redes sociales no aparecen en casos de lesiones personales Aunque no es tan frecuente como en los casos penales y de derecho de familia, puede desempeñar un papel importante. Los adultos jóvenes, en particular, se apresuran a admitir su culpabilidad en conversaciones con amigos o incluso en publicaciones directas en las redes sociales. "Causé un accidente hoy" es sin duda una admisión útil para las víctimas de accidentes que tratan de recuperar una indemnización por sus lesiones.
Sin embargo, aunque las redes sociales pueden proporcionar información útil en un caso, también pueden perjudicarlo. Los abogados de lesiones personales no son los únicos que navegan por Internet; las compañías de seguros y los abogados defensores también utilizan las redes sociales en su beneficio. Por ejemplo, una foto de una persona sana y sonriente tomada días después de un accidente puede entrar en conflicto con la versión del demandante sobre sus lesiones. Lo mismo puede decirse de la confesión de alguien en Google+ de que "salió a correr" después de sufrir lesiones.
Consejos para utilizar Twitter y Facebook durante un caso de lesiones personales
¿Qué puede hacer entonces para evitar que una compañía de seguros utilice sus cuentas en las redes sociales en su contra?
Lo primero y más importante, y esto es válido independientemente del tipo de pleito en el que esté involucrado: NO UTILICE LAS REDES SOCIALES. Es difícil, sobre todo si quiere hablar con sus amigos sobre su accidente y sus lesiones. Sin embargo, es la única manera de protegerse completamente contra el uso de su información por parte de una compañía de seguros.
Si no puedes retirarte por completo de las redes sociales, al menos no publiques vídeos o fotos ni describas tus actividades. Evita también hablar del accidente, de tus lesiones, de la asistencia médica recibida y del caso en sí. Por inocente que sea la información, las compañías de seguros pueden encontrar la manera de tergiversarla en su beneficio.
Por último, echa un vistazo a tu configuración de privacidad para asegurarte de que tu información es lo más privada posible. Aunque la configuración de privacidad no puede hacer mucho para proteger completamente tu información, puede ayudarte a controlar quién ve lo que publicas cuando lo publicas.
Un abogado de accidentes puede ayudar a gestionar su reputación
Usted, su familia y amigos, sus médicos y su abogado de lesiones personales saben que está diciendo la verdad sobre su Philadelphia accidente de coche. Sin embargo, las compañías de seguros, los jurados y los jueces necesitan razones para creerle (o no creerle) antes de concederle un acuerdo, veredicto u orden razonables. Y las compañías de seguros no quieren creerle: si encuentran un motivo para demostrar que usted está siendo mínimamente deshonesto, lo exprimirán al máximo.
Por eso es importante hablar con un abogado poco después de un accidente de coche. Un abogado con experiencia en lesiones personales puede ayudarle a luchar por una compensación justa mientras desvaloriza cualquier acusación de la compañía de seguros causada por las redes sociales u otras fuentes.