Infecciones hospitalarias: Los riesgos sanitarios ocultos de la hospitalización

Cuando uno busca tratamiento en un hospital, espera mejorar. Por desgracia, muchas personas enferman más en el hospital tras contraer infecciones hospitalarias. Las infecciones hospitalarias son un problema en Pensilvania y en todo Estados Unidos. Las infecciones hospitalarias pueden dar lugar a complicaciones médicas, tiempo de recuperación adicional, dolor y sufrimiento, aumento de las facturas médicas, lesiones graves e incluso la muerte.

¿Qué son las infecciones hospitalarias?

En términos generales, una infección hospitalaria, también conocida como infección nosocomial o infección asociada a la asistencia sanitaria (HAI), aparece entre dos y cuatro días después del ingreso en un hospital. En algunos casos, la infección no se manifiesta hasta que el paciente recibe el alta hospitalaria. La infección no está relacionada con la enfermedad por la que la persona ingresó inicialmente en el hospital.

Los tipos más comunes de infecciones adquiridas durante las estancias en hospitales u otros centros sanitarios incluyen infecciones del tracto urinario, neumonía, infecciones del torrente sanguíneo e infecciones del sitio quirúrgico. Las infecciones urinarias suelen ser consecuencia del uso de una sonda urinaria. El uso de un ventilador mecánico es el principal factor de riesgo de desarrollar neumonía hospitalaria. Las infecciones del torrente sanguíneo pueden producirse cuando los gérmenes se desplazan por una vía central o un catéter central (que se utiliza para extraer sangre o administrar medicamentos o líquidos) y penetran en la sangre. Las infecciones del sitio quirúrgico pueden estar relacionadas con la incisión o con los órganos internos o zonas del cuerpo que han estado en contacto con la cirugía.

Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) y otras infecciones por estafilococos también son frecuentes. El SARM es peligroso porque es resistente a la mayoría de los antibióticos de amplio espectro. El SARM y otras infecciones por estafilococos suelen tener al principio el aspecto de pequeñas picaduras de insectos o granos, que luego pueden convertirse en grandes abscesos. Las bacterias pueden permanecer en la piel o infectar otras partes del cuerpo, como el torrente sanguíneo, los huesos, las válvulas cardiacas y los pulmones, lo que puede ser potencialmente mortal.

¿Cómo prevenir las infecciones hospitalarias?

Los hospitales y los proveedores de atención sanitaria pueden hacer varias cosas para prevenir las infecciones, muchas de ellas relacionadas con la práctica de una buena higiene y el seguimiento de las directrices relacionadas con el mantenimiento de los equipos y las salas limpias y esterilizadas. Se trata de medidas relativamente fáciles y económicas. Los médicos, enfermeras y demás personal hospitalario deben lavarse las manos con agua y jabón o con un producto de limpieza a base de alcohol y utilizar guantes cuando interactúen con los pacientes, incluso cuando examinen heridas, puntos de sutura o zonas de incisión. Incluso puede pedir a su médico que se lave las manos antes de examinarle. Los médicos y demás personal deben llevar batas limpias, cubrirse el pelo y utilizar una mascarilla que cubra la nariz y la boca. Además, todos los dispositivos o equipos médicos, incluidos los instrumentos quirúrgicos y los catéteres, deben esterilizarse antes de ser utilizados en un paciente.

Para prevenir la infección del sitio quirúrgico, la zona de la incisión debe lavarse a fondo y prepararse con un antiséptico. Durante la intervención quirúrgica, limite el número de personas que pueden entrar en el quirófano a las estrictamente necesarias desde el punto de vista médico. Además, antes de extraer sangre o insertar una vía intravenosa o un catéter, debe limpiarse la piel del paciente con un limpiador antiséptico. Los catéteres deben utilizarse adecuadamente y ser supervisados tanto por el paciente como por el personal sanitario. Si ya no son necesarios, deben retirarse.

¿Qué debe hacer tras contraer una infección hospitalaria?

Si desarrolla síntomas nuevos o diferentes mientras está hospitalizado, comuníqueselo a su médico. Si ha desarrollado una infección, el médico puede recetarle antibióticos para tratarla. Si le han dado el alta hospitalaria, pero más tarde ha desarrollado fiebre o dolor, o si la incisión está enrojecida, póngase en contacto con su médico. La fiebre o el enrojecimiento pueden ser signos de infección.

Demasiados pacientes de Pensilvania siguen contrayendo infecciones en el hospital. Muchas de estas infecciones podrían evitarse si el personal del hospital tomara medidas sencillas. Si ha sufrido lesiones graves a causa de una infección hospitalaria, es posible que tenga un caso de negligencia médica. Dependiendo de las circunstancias, el hospital puede no haber tomado las medidas adecuadas para prevenir su infección.