¿Se puede demandar por gripe A?

Reclamaciones por contraer enfermedades contagiosas, incluida la gripe porcina

Tanto si ha pasado un par de días angustiosos luchando contra un virus desagradable, como si se ha sentado junto a la cama de un ser querido hospitalizado con graves complicaciones derivadas de la gripe, es posible que se haya preguntado si todo el episodio podría haberse evitado si el compañero de clase, de trabajo o amigo que propagó el virus hubiera optado por quedarse en casa. Recientemente, los brotes de gripe H1N1 (gripe porcina) en todo el mundo han sido alarmantes por sus consecuencias a veces mortales, incluso entre víctimas jóvenes y aparentemente sanas.

Para las víctimas de la gripe porcina, la reacción mundial inicial de las autoridades de salud pública, así como de los medios de comunicación, creó una oleada de interés y miedo. Las predicciones de pandemias globales y numerosas muertes en México, el lugar de la aparición inicial de la gripe H1N1, y en todo el mundo han resultado falsas, al menos para la temporada de gripe de primavera de 2009. Pero las autoridades de salud pública y los medios de comunicación han especulado con la posibilidad de que las próximas temporadas de gripe desencadenen la pandemia mortal que se predijo en un principio, como ocurrió con el brote de gripe española de 1918, que mató a millones de personas en todo el mundo tras un brote inicial más limitado en la primavera de 1918.

¿Tiene derecho a reclamar por contraer la gripe?

Puede tener una reclamación por contraer la gripe, pero depende de varios factores, como lo que sabía y dijo la persona que se la contagió, si tenía el deber de advertirle o protegerle, y demostrar quién le contagió la enfermedad, así como los daños que sufrió. De hecho, usted podría presentar varios tipos diferentes de demandas, desde la transmisión negligente de una enfermedad hasta actos intencionados como agresión, fraude o imposición intencionada de angustia emocional. Determinadas partes con relaciones especiales, como cónyuges, propietarios o inquilinos y médicos, pueden tener un nivel de diligencia superior al de una persona normal, dependiendo de las circunstancias. Y, en algunos casos, un empleado puede tener derecho a prestaciones de compensación laboral, así como a una demanda contra la persona que propagó la enfermedad contagiosa, si el empleado contrajo una enfermedad grave mientras trabajaba en el curso normal de su empleo.

Para presentar una demanda por transmisión negligente de una enfermedad contagiosa, como la gripe porcina, una enfermedad de transmisión sexual o cualquier otra enfermedad contagiosa, el demandante debe demostrar varias cosas:

• que el demandado tenía la obligación de actuar con diligencia razonable para evitar el contacto con el demandante o de advertirle de la enfermedad;
• que el demandado incumplió la obligación;
• que el incumplimiento del demandado causó la enfermedad del demandante; y
• que el demandante ha sufrido daños.

Si se pueden demostrar estos elementos, el demandante puede presentar una demanda por transmisión negligente de una enfermedad contagiosa. La mayoría de los casos modernos de transmisión negligente de una enfermedad contagiosa están relacionados con el SIDA, el VIH y las enfermedades de transmisión sexual, como el herpes, pero los primeros casos también se referían a enfermedades de transmisión no sexual, como la viruela o la tos ferina. Así pues, aunque sería raro que prosperara una demanda por transmisión negligente de la gripe, si los hechos lo justifican y el demandante (o un ser querido del demandante) sufrió daños graves o falleció, podría ser posible una demanda con éxito basada en la gripe porcina.

¿Su tos atrae miradas en la sala de conferencias?

¿Has venido al trabajo enfermo y ahora te enfrentas a miradas cada vez que resfrias o tosas? Aunque tenga una reunión importante o se le esté acabando el tiempo de baja por enfermedad, puede que quiera reconsiderarlo e irse a casa o avisar a todo el mundo de que no se acerque a su cubículo por ese día. Aunque es poco frecuente que una víctima de la gripe tenga éxito en una reclamación, la etiqueta de la oficina o del centro de estudios puede dictar que se quede en casa, porque si es previsible que pueda contagiar a su compañero de trabajo o de clase, usted podría ser el responsable de los daños y perjuicios. La mejor medicina preventiva puede ser quedarse en casa y descansar.