$2,4 millones de indemnización por la muerte de una mujer a la que no se le diagnosticó cáncer

Cuando Sandra L. Berry, del condado de Juniata (Pensilvania), acudió al Penn State Milton S. Hershey Medical Center de Hershey quejándose de dolores y molestias persistentes allá por octubre de 2008, ella y su marido quisieron encontrar las respuestas a sus problemas médicos.

No fue hasta julio de 2010 cuando se le detectó el cáncer de vulva, que ya se había extendido a otras partes del cuerpo. Ahora, casi dos años después de su fallecimiento a los 49 años en enero de 2012, su familia ha llegado a un $2,4 millones de liquidación con el hospital y su Clínica de Vulva Femenina en relación con su muerte, según un artículo publicado el 27 de septiembre en El (Harrisburg) Patriot-News.

La familia de Berry había argumentado que el cáncer fue diagnosticado demasiado tarde por el personal del centro médico, informaba la noticia. "El marido de Berry, Robert, argumentó que el cáncer vulvar de su mujer fue diagnosticado erróneamente en un principio. Afirmó que su ginecólogo la remitió a la Clínica de Vulva Femenina del centro médico en octubre de 2008 con la recomendación de que se sometiera a una biopsia para determinar si padecía cáncer."

Sin embargo, según el marido de la víctima, no se le hizo una biopsia y "una enfermera de la clínica le dijo a su mujer que sus síntomas y el dolor y malestar crónicos que padecía no indicaban la presencia de cáncer", informó el reportaje. "Berry dijo que durante casi dos años, la enfermedad de su esposa persistió, y ella continuó buscando tratamiento en la clínica, donde le administraron antibióticos".

Cuando finalmente se ordenó una biopsia en julio de 2010, se le detectó el cáncer, según el artículo. "Sandra Berry se sometió entonces a cirugía y quimioterapia, pero se enteró de que el cáncer se había extendido al hígado y posiblemente a los huesos, según la petición de acuerdo. Afirma que finalmente sucumbió a la enfermedad de Paget invasiva y a la enfermedad metastásica".

Según el acuerdo, el hospital no admitió ninguna responsabilidad en el caso, informó el periódico. El juez del caso denegó la petición de ambas partes de sellar el caso y su acuerdo.

Este caso es especialmente trágico por el tiempo que tardó Berry en recibir finalmente tratamiento para su enfermedad. Reafirma la necesidad de que los pacientes y sus familias estén siempre atentos a la atención médica que reciben, de modo que sepan qué se está haciendo para atender al paciente en cada momento. Pero al mismo tiempo, los pacientes y las familias no son médicos y no pueden saber todas las preguntas que hay que hacer.

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